Paseos bizarros, ¡muy entretenido, oiga!

IMG_20141123_193846

Madrid es una de esas ciudades en las que sales con un objetivo concreto y no sabes dónde vas a acabar, ni qué te vas a encontrar. Sonará a tópico o a leyenda urbana, pero así es. Yo lo llamo «paseos bizarros«. Pongo un ejemplo concreto: ir a ver una exposición sobre el creador de «Mortadelo y Filemón» y acabar en la terraza del Círculo de Bellas Artes, entre turistas y modernitos, y sin embargo encontrarte al panadero de tu barrio… Sin palabras.

No sólo eso, en el camino de vuelta a casa, pasar por la iglesia del «Cristo de Medinaceli«, entrar y ver tu primera misa desde que hiciste la Comunión. Continuar por Huertas y encontrarte al jefe de estudios del colegio de tu hija, en un paseo solitario de domingo por la tarde. Seguir rumbo a casa, por Lavapiés, y acabar en la sede de «Podemos«. En fin, que cuando llegas a tu destino, has recibido tal carga de información visual y emocional, entre otras, que no sabes ni dónde has estado, ni por qué. Es muy bizarro, ¡pero muy entretenido, oiga!

¿Tengo tres tipos de cerebro?

Dijo Ambrose Bierce que «el cerebro es un aparato con el que pensamos que pensamos». Esto o, lo que es lo mismo: llegar a clase y descubrir que, según la teoría del neuromarketing, tenemos tres tipos de cerebro:

  1. El cerebro reptiliano. Es el tomador de decisiones, el animal que llevamos dentro (el instintivo, el dominador y el reproductor).

  2. El cerebro límbico. Es el que almacena sentimientos y procesa emociones.

  3. El cerebro neurocórtex. Es el cerebro racional, lógico y analítico.

Señores estudiosos del neuromarketing, me han iluminado el día: ¿tres tipos de cerebro dentro de mi cabeza? Ahora sólo me hace falta saber usarlos 😉

Espléndida madurez o «vuelve La Baras»

Sara01

Dice el diccionario de la RAE que la «madurez» es «la sazón de los frutos»; «buen juicio, sensatez»; «edad de la persona que ha alcanzado su plenitud vital». Desde que Sara Baras estrenara hace un par de años su espectáculo «La Pepa» no había tenido oportunidad de verlo, hasta su reciente visita al teatro Compac Gran Vía de Madrid. Como es habitual en ella, presenta un espectáculo redondo (música, cante y baile impecables), del que es directora, guionista, coreógrafa, y bailaora principal. Pocas carreras artísticas son tan coherentes, completas, y cuidadas como la suya. Y ahora, además, irradia madurez. Al volver a verla descubres la sazón de los frutos bien trabajados, del buen juicio a la hora de hacer las cosas, y de la plenitud vital y profesional. Una madurez espléndida, un lujo para los sentidos.

Lo suyo es puro teatro

imageVentajas que todavía tenemos en Madrid: la oferta cultural de los teatros alternativos. O lo que es lo mismo: cómo ver una obra de teatro fantástica, gastándote menos que en una entrada de cine. Ejemplos hay montones, pero no quiero dejar de mencionar esta deliciosa adaptación de «El Mago de Oz», traída por la compañía «Complejo de Esquilo» a la sala Estudio 2-Manuel Galiana. Los personajes son divertidos, tiernos, e interactúan con los niños. Lo suyo es puro teatro.

Os suena, ¿no?

imageLas 10 de la mañana y el mercado de La Cebada casi vacío. Los comerciantes que quedan en el mercado están preparados, un par de turistas curiosean y algún curioso turistea… Es esta una más de las estampas que nos han dejado la crisis y la especulación. Derruidas las instalaciones colindantes y estancado el proyecto de reedificación (que era en sí bastante cuestionable), los vecinos luchan por lo que es suyo. Lo que fue piscina, ahora zona de ocio alternativa; lo que fue mercado central, ahora mercado tradicional y sala de exposiciones de artesanos y artistas varios. Pero no es este fenómeno exclusivo del mercado o del barrio de La Latina. Os reto a que cada uno de vosotros os fijéis en vuestro barrio en aquello que fue y que ya no es. Aquel cine, aquel mercado, aquella sala de exposiciones… Os suena, ¿no?